El Supremo de EEUU da luz verde al ‘apagón’ de TikTok este domingo, y su futuro quedará en manos de Trump
- Considera que su cierre no limita la libertad de expresión
- La empresa tendrá que vender la red a inversores de EEUU o marcharse
El último intento de TikTok para evitar su cierre en EEUU ha fracasado. El Tribunal Supremo ha ratificado por unanimidad la ley que ya aprobó el Congreso y que permite al presidente saliente, Joe Biden, ordenar su cierre este mismo domingo, antes de pasar las llaves de la Casa Blanca a Donald Trump. Todo apunta a que a la red social le quedan 48 horas de vida en EEUU, y que cualquier futuro pasará por una venta de su negocio a una compañía estadounidense. Una situación de la que Trump, siempre obsesionado por los ‘grandes negocios’, podría sacar provecho, ya que tendría la opción de negociar con China una venta de la red a inversores estadounidenses y tratar de sacar cesiones.
La clave está en la Ley para Proteger a los Americanos de Aplicaciones Controladas por Enemigos Extranjeros, aprobada el pasado mes de marzo con una mayoría aplastante de congresistas y senadores de ambos partidos. El presidente Biden la ratificó el pasado 24 de abril. Esa ley da 270 días para que las aplicaciones designadas como “controladas por un enemigo” trasladen su propiedad a unos nuevos dueños que no supongan una “amenaza para la seguridad nacional” de EEUU. Si se ponen en venta, el presidente podría extender ese límite tres meses más. Si no, cuando se cumpla el día 270, pasarán a estar prohibidas.
En el auto, los nueve jueces del Supremo rechazan de plano los argumentos de ByteDance, la matriz de la red social, que alegaba que esta ley atacaba su libertad de expresión, consagrada en la primera enmienda de la Constitución.
¿Y qué pasa ahora?
Si, como se espera, Biden ratifica la prohibición de TikTok antes de dejar el poder, la red social deberá cerrar este mismo domingo. Según dijo la agencia Reuters esta misma semana, los empleados están preparándose para realizar el ‘apagón’, descartando la posibilidad de operar de forma ‘pirata’. De ser así, las opciones para su reaparición serían mucho más complejas todavía.
Una vez TikTok cierre, la única forma de levantar esta prohibición, según especifica la ley, sería una venta a un nuevo dueño que no fuera chino y no supusiera una amenaza para la seguridad nacional de EEUU. La última palabra la volvería a tener el presidente, esta vez ya Trump, que sería el encargado de confirmar si el nuevo dueño es o no una amenaza.
Trump ya intentó que ByteDance vendiera TikTok al final de su último mandato. En aquel momento, llegó a empujar a la firma china a negociar su venta a una alianza de firmas estadounidenses, con Oracle a la cabeza. Pero aquellos planes se quedaron en nada, y TikTok se limitó a llevar los servidores donde almacena los datos personales de los usuarios norteamericanos a Texas. Pero si la clave esta vez es el algoritmo, la situación se hace mucho más compleja. El Gobierno de China ha advertido de que no van a permitir la venta del algoritmo sobre el que se asienta una aplicación tan relevante, y ByteDance alega que TikTok ya está bajo la dirección de una filial asentada en Singapur que gestiona sus negocios de forma independiente.
Existe la posibilidad de que ByteDance vendiera TikTok, con la condición de que la firma siguiera contratando su algoritmo. Y, en los últimos días, China a abierto la puerta a la posibilidad de vender la aplicación a Elon Musk, un acto que les permitiría retomar su relación con Trump con buen pie. Trump ya ha advertido de
que hará todo lo posible por volver a ponerlo en marcha, pero no quiere darle una ‘victoria’ fácil a China a cambio de nada.
Sobre la mesa queda la duda de si algún otro país occidental seguirá su camino, y si podría acabar habiendo dos TikToks: uno de propiedad norteamericana en EEUU, y el original, bajo el control de ByteDance, en el resto de Europa, Asia y América. Lo único que parece claro es que este domingo, los vídeos cortos se tomarán un descanso forzado en EEUU.
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